Recientemente, dedicábamos una entrada sobre la batalla contra la indecencia que el conservadurismo norteamericano está librando en Estados Unidos y que tiene como campo de batalla en las bibliotecas y el intento de censura sobre libros de temáticas LGTBI+, de género o sobre otras minorías.
Lo hacíamos con un ojo puesto también en Europa, y en España, donde todas acaban recabando todas las líneas argumentales de la extrema derecha norteamericana. Señalábamos, además, las resistencias de las comunidades de usuarios de las biblioteca y asociaciones profesionales.
Esta semana leíamos que VOX ha presentado una iniciativa en las Corts Valencianes para que las bibliotecas públicas separen el contenido sobre diversidad sexual y “alejarlos” de la sección infantil. Un movimiento coherente con sus ofensivas contra la educación sexo-afectiva en los colegios.
El movimiento lo hemos visto antes en Hungría, donde se ha empezado a precintar los libros con personajes LGTBI amparándose en la ley de protección de la infancia. Sería interesante ver si, como en el más veterano caso norteamericano, surgen colectivos de respuesta al movimiento conservador.
