Las compañías de reparto de comida a domicilio tendrán que pagar en Nueva York el mínimo establecido en la ciudad (17,96 dólares la hora). La norma debía entrar en vigor el pasado 12 de julio pero varias compañías (Uber, Grubhub, que es filial de Just Eat, y DoorDash) se aliaron para impugnarla. El Tribunal Supremo del Estado les ha quitado la razón ahora, en la última de las múltiples batallas legales que ha enfrentado a este tipo de empresas contra las políticas reguladoras de Nueva York.
En Nueva York hay unos 60.000 repartidores, muchos de ellos migrantes, que estarían recibiendo actualmente unos 11 dólares a la hora. Los trabajadores del delivery se han organizado a través de Workers Justice, organización sindical neoyorquina que agrupa a trabajadores autónomos y migrantes. También se llaman a sí mismos deliveristas, pues fueron un nutrido grupo de mensajeros latinos quienes empezaron a organizarse y a protestar en 2020.
En España también hemos conocido ejemplos de nuevo sindicalismo asociado a profesiones de la gig economy y, concretamente, en el sector del reparto de comida a domicilio, como Riders X Derechos, presente en Euskadi, Navarra, Asturies, Catalunya y Madrid.
Para profundizar en ello, es interesante leer Riders On The Storm. Trabajadores de plataformas de delivery en lucha, publicado dentro de una serie dedicada al feminismo en el sindicalismo de Laboratoria. Espacios de investigación feminista. En el volumen, Núria Soto Aliaga parte de su experiencia y militancia en Riders X Derechos y de su participación en la cooperativa de reparto Mensakas para profundizar en el fenómeno planetario y las respuestas que se están dando desde el mundo del trabajo.