El EZLN estaría disolviendo sus Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno (Caracoles, que funcionarán cerrados al exterior de momento) en el estado mexicano de Chiapas, según una declaración firmada por el sucomandante rebelde Moisés.
En el comunicado se mencionan episodios de violencia con pandillas en la zona fronteriza con Guatemala: “bloqueos, asaltos, secuestros, cobro de piso, reclutamiento forzado y balaceras”, se dice en el comunicado, pero no aclara hasta qué punto esto estaría en la raíz del acontecimiento.
En todo caso, en el texto se anuncian próximas comunicaciones en las que se explicará “cómo será la mueva estructura de autonomía zapatista y cómo se llegó a ella”. El proceso aludido no sería, según el escrito, improvisado, sino que habría sido fruto del trabajo de los últimos tres años y el diálogo con las comunidades.
El próximo uno de enero se cumplirán 30 años del levantamiento zapatista y se espera que haya algún tipo de celebración, aunque aún no ha trascendido en qué consistirá. Es posible que en esas fechas tengamos nuevas noticias acerca de la nueva estructura de la autonomía zapatista.
¿Estemos ante un momento de declive o de reinvención? Los últimos comunicados zapatistas hablan de una situación insostenible en Chiapas, el estado más pobre del país, surcado en los últimos años por guerras internas entre organizaciones criminales relacionadas con el tráfico de drogas y, también, con grupos paramilitares. La situación sería tal en San Cristóbal de las Casas, Comitán, Las Margaritas, Palenque y, de forma más grave, en las comunidades rurales.
No es la primera vez que el mundo zapatista vive un cambio institucional. Hasta 2003 funcionaron los Aguascalientes, que dieron paso, tras un largo periodo de reflexión, a los ahora declinantes Caracoles, una suerte de regiones que agrupan los Municipios Autónomos. Las Juntas de Buen Gobierno se forman con representantes de los Municipios Autónomos Zapatistas de las comunidades que forman parte de cada Caracol.
Este cambio supuso un cambio de relación del EZLN con los municipios en busca de su propia representatividad. “Vimos que el EZLN con su parte político-militar se estaba metiendo en las decisiones que le tocaban a las autoridades democráticas, como quien dice ‘civiles’. Y aquí el problema es que la parte político-militar del EZLN no es democrática, porque es un ejército, y vimos que no está bien eso de que está arriba lo militar y abajo lo democrático, porque no debe de (sic) ser que lo que es democrático se decida militarmente, sino que debe ser al revés: o sea que arriba lo político-democrático mandando y abajo lo militar, obedeciendo”, decía entonces la Sexta declaración de la selva Lacandona.
Los ecos de esta experiencia resonaron fuerte en la izquierda autónoma de principios de los 2000 y aún lo han hecho en momentos recientes del municipalismo para quien tenga el oído un poco entrenado, ¿cómo será la nueva fase organizativa del EZLN y las comunidades chiapatecas bajo su influencia? Habrá que estar atentos.
Actualización: el 12 de noviembre se publicó La nueva estructura de la autonomía zapatista
