El nexo entre las bibliotecas públicas y su comunidad de influencia no puede limitarse a los lectores contumaces del barrio. Un buen ejemplo de servicio público más allá de sus paredes el nuevo servicio de la Biblioteca Pública de San Francisco: un servicio de streaming pensado para dar una oportunidad a los músicos locales llamado bay beats.
Los músicos seleccionados recibirán 250 dólares y conservarán los derechos de sus obras, pudiendo además publicitar sus directos en la plataforma. Los socios de la biblioteca podrán bajar álbumes.
El servicio funciona como colección de música local viva y ha sido posible por la asociación con Amoeba, una tienda local de música independiente. No sabemos si el acuerdo es totalmente ventajoso para los músicos amateurs pero la idea de que la biblioteca pública apoye a los músicos locales y se convierta en un punto de referencia para encontrar grupos del vecindario nos parece fabulosa.